Entrar al
mundo de los relatos de Shepard, es como dar un paseo por la decadencia del american
way of life. Relatos cortos, nimios, donde el tiempo parece haberse
detenido. Los paisajes dominantes de estos relatos son los límites entre el
mundo civilizado y el desierto, estos espacios a veces absurdos sobre todo por
ser funcionales a una economía de mercado voraz e inusitada,(quizá como los
llamados no-lugares por Marc Auge), los minishop perdidos en lugares remotos,
las cabinas telefónicas cortando un horizonte abandonado, las autopistas o las
gasolineras en los bordes de las ciudades. Lugares que parecen incidir
negativamente en los personajes, donde las desiciones que se toman estan
equivocadas, donde todo el mundo parece vivir oculto ante la mirada del Otro.
El autor parece querer mostrar el deterioro de las relaciones sociales como
principal producto de un país que ha dejado huérfanos a sus habitantes, y que
es vivido por estos como un mal sueño, como hijos de un padre no sólo malo,
sino patético, un padre/país que es imposible de admirar, especie de revés
padre kafkiano, donde los personajes se sienten huérfanos y extranjeros. Un
padre desmemoriado (Un trozo del muro de Berlín), o bien un niño que
crece abruptamente contra su padre (El hombre que curaba a los
caballos), personajes alienados en su trabajo (Los intereses de la
companía, Viviendo según el cartel) o alienados lisa y llanamente (Los
gatos de Betty) son algunos de los personajes que dan forma a estos
relatos.
Este autor (tambien actor, guionista, baterista, amigo de Bob Dylan, etc.),
bien podría ser uno de los que sigue a la serie de escritores que denuncian el american
way of life, escritores que podrían remontarse desde el primer Henry
Miller, con la acritud y el minimalismo de Mr. Gatsby, de Scott Fitzgerald, la
apatía general de los personajes de Salinger, la locura de Portnoy en Philiph
Roth. Pero también es posible tirar alguna línea que lo una a Faulkner, a sus
historias de caballos bravos,y universos cerrados, y una prosa parca,
minimalista. Y por qué no con el tono ácido y destructor de "El libro
de Rachel", del inglés Martin Amis.
Sam Shepard, es sin duda un autor muy norteamericano, que desde
múltiples perspectivas y puntos de vista, filtra en los ambientes de sus
relatos una crítica a la vida artificial y contradictoria de los estados unidos
y lo hace escribiendo, al menos en estos relatos, de una manera categórica.
Shepard, Sam. El Gran Sueño Del Paraíso, Selección, Anagrama, Página/12, 2009
1 comentario:
Este libro de relatos lo leí hace tiempo. Recuerdo que me gustó, pero pensé que tal vez adolecía de trabajar con cuentos demasiado cortos, comparativamente me gustaban más los de Raymond Carver, Tobias Wolff o Richard Ford, que dentro de la misma línea tienen más desarrollo.
De Shepard también leí “Crónicas de Motel” y “Luna Halcón”, donde mezcla relatos con poemas y comentarios. El primero me gustó mucho, seguramente el que más me gustó de estos tres libros leídos de él.
Saludos
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