sábado, 12 de octubre de 2013

Breve nota mental sobre los "clásicos" y J.D. Salinger




El sábado pasado murió J.D. Salinger. Recorro los diarios por internet, me agota la profusión de notas sobre el escritor. Leo alguna, en Página/12, de Rodrigo Fresán y otros. Me canso rápido. Pensaba que lo mismo me había pasado cuando leí “The cátcher in the Rye”. Me aburría de a ratos. Hoy pensaba que un libro se debería llamar "clásico" cuando el lector pueda leerlo prescindiendo del momento histórico en que fue escrito. Yo leí Salinger teniendo que forzar a mi cabeza en los años cincuenta, donde escribir una malapalabra era una revolución. Por esto, no veo en Salinger lo que muchos ven: un "clásico" elevado a la novena potencia.  Más interesante es el tema de la traducción y de las diferentes interpretaciones que se le dieron al título de ésta novela, según su traducción al castellano (ver sobre esto en http://literatrofia.blogspot.com.ar/2009/04/j-d-salinger-el-cazador-oculto-o-mas.html)

Sigo creyendo que un clásico se lee prescindiendo de su época, que sus anacronismos pasan desapercibidos, o no hacen ruidos en el lector. Para leer “La Ilíada” o la "Odisea" no hace falta pensar el mundo como Homero. Se lee, se deja leer. El Quijote posee esta misma característica, salvo el agravante del idioma. Su español casi medieval te recuerda todo el tiempo que la novela tiene cuatrocientos años. Pero una vez superada esta barrera, cuando uno entra en el juego de seguir a un hermoso demente por los campos áridos de España, la novela se vuelve , sí, un "clásico", se deja leer, lo obliga a uno a leerla. Lo mismo se puede decir de Shakespeare. Quizá Borges se convierta en un clásico. Pero no creo que Salinger. Uno ve que el tiempo ha pasado, que un adolescente actual vería a Holden Caulfield como un ñoño.
De más está decir que la novela, en todo caso, me gustó, y me hizo acordar a "La senda del perdedor" (y su sugerente título en inglés: "Ham on Rye" ) , de Charles Bukowski.
Me gustaron mucho más los “Nueve Cuentos”.
01/02/2010