sábado, 29 de septiembre de 2012
Notas sueltas sobre "Zama", de Antonio Di Benedetto
sábado, 22 de septiembre de 2012
Más nombres en Plutarco
Cayo Julio César, Sila, Cornelia, Cina, la isla de Farmacusa, la de Faro, Bitinia, el rey Nicomedes, Cilicia, Mileto, Pérgamo, Apolonio, Molón, Catón, Anticatón, Cicerón, Dolabela, Publio Antonio, Marco Lúculo, Cayo Popilio, Anco Marcio, Pompeyo, Lutacio Cátulo, Metelo, Pisón, Catilina, Léntulo, Cétego, Curión, Publio Clodio, Pompeya, Dioniso, Fauno, Driada, Midas, Femenil, Buena, Aurelia, Habra, Craso, África, Calpurnio Bíbulo, Cervilio Cepión, Pisón, la Galia Cisalpina y la transalpina, Iliria, Escipión, Acilio, Casio Esceva, Dirraquio, Granio Petronio, Valerio León, el río Araris, el Rubicón, el Aoo, el Epiro, el Jonio, el Po, Labieno, Egipto, el rey Ariovisto, Apio en Cerdeña, Nepote en España, Chipre, Roma, Germania, Bretaña, Campo de Marte, Ambiórix, Cota, Titurio, Vergentorix errata de Vercingetórix, la ciudad de Alesia, Siria, Novocomo, los centuriones, la ciudad de Arimino, Hortensio, Asinio Polión, Domicio, ciudad de Brindis, de Orico, de Apolonia, , Afranio, Varrón, Macedonia, Tesalia, Farsalia, Agamenón, Favonio, Túsculo, Afranio, la ciudad de Gonfos, la de Escotusa, la de Trales, la de Alejandría, Espinter, Corfinio, Caleno, Mégara, Atenas, Domicio Calvino, Cayo Crasinio, Cnido, Teopompo, Teódoto, Cleopatra, el eunuco Potino, Apolodoro, Aquilas, Cesarión, Asia, Fárnaces, Mitridates, Capadocia, Armenia, Zela, Macio, “Vine, vi y vencí”, Cosconio, Galba, el rey Juba, Escipión Salvitión, la ciudad de Tapso la de Munda, Utica, Pompeyo Magno, Didio, Cartago, Corinto, Caninio Rebilo, Hircania, el mar Caspio, el Cáucaso, Anieno o Anicio, el Tíber, Circeo, Terracina, Ostia, el rey Numa, Alba, Cornelio Balbo, Flavio, Marulo, Junio y Décimo Bruto, Bruto Albino, la ciudad de Cume, Marco Lépido, Calpurnia, los idus de marzo, Casio, Artemidoro, Epicuro, Casca, Tilio Cimbro, Cayo Octavio, Filipo, Abido y Suetonio.
sábado, 15 de septiembre de 2012
Los nombres en Plutarco
Leyendo Plutarco, las Vidas paralelas de Alejandro Magno y Julio César. Me fascinan los nombres propios, lugares perdidos en el tiempo, algunos vigentes, otros casi impronunciables, en la parte de Alejandro:
Filipo, Olimpíada, Filónico, Mieza, Estrabón, Sófocles, Neoptólemo, Aristóteles, Macedonia, Samotracia, Diógenes el cínico, Nearco, Cleopatra, el río Cefiso, la ciudad de Querenoa, Pixódaro, el sátrapa de Caria, Demarato de Corinto, la ciudad de Gordio, Licia, la ciudad de Xanto, Darío, el río Cidno, Amintas, Parmenión, Cares, Leonato, Filóxeno, Hagnón, Teodoro, Cróbilo, Tiro, Gaza, Cambises, Calístenes, Atenodoro, Pasícrates, Nicocreonte, Tésalo, Eufrates, Chipre, Grecia, Querón de Megalópolis, Aribas, Aristandro de Telmeso, Egipto, Tireo, Ciro, Arbelos, Gaugamelos, Filotas, Aristandro, Nifates, Hegesias de Magnesia, Mazeo, Teófilo, Bucéfalo, Crotona, Asia, Áretemis Etesia, Babilonia, Ectábana, Salamina, Atenófanes, Medea, Hárpalo, Susa o Chusistán, Hermíone, Persia, Dinón, el Nilo, el Istro, Tais, Tolomeo, Jerjes, Próteas, Serapión, Hefestión, Bagoas, Antípatro, Lisipo, Leócares, Crátero, Delfos, Peucestas, el monte Hemo, Eratóstenes, Pausanias, Efialtes, Ciso, Telepisa, Euríloco de Egas, Roxana, Seleuco, Nicón, Megabizo, Beso, Exatres, la laguna Meótida, el mar de Hircania o Caspio, Pártica, el río Orexartes, el Tanais, Clitarco, Polícleto, Onesícrito, Antígenes, Aristóbulo, Hecateo de Eretria, Anticlides, Filón de Tebas, Filipo de Calcis, Duris de Samos, África, Lisímaco, Iso, Hércules, Aquiles, Zeus, Eurípides, Hissar, Amón, Parmenión, Cilicia, Damasco, Pidna, Clodonas, Mimálonas, Antígona, Limneo de Calestra, Nicómaco, Cebalino, la ciudad de Eníadas, Clito, Aristandro, Cleómedes el lacedemonio, Pránico o Pierión, Menedemo, Acarnania, Espitridates, Xenódoco de Cardia, Plinio, Artemio de Colofón, Aristónoo, Andrómaca, Anaxarco de Abdera, Temis, Homero, Hermipo, Estrebo, Patroclo, Arabia, Aristóteles, Cares de Mitilene, Demetrio o Fidón, los Lisímacos y los Hagnones, Hermolao, Atalo, Alcetas, Hero, la India, Menandro, Orsodates, Próxeno, el río Oxo, Oxiartes, Sisimitres, Nisa, Acufis, Táxiles, Poro, el río Hidaspes, Ceno, Bucefalia, Peritas, Sotión, Potamón de Lesbos, el río Ganges, los gandaritas, los presios, los oritas, Seleuco, Sandrocoto o Chandraguptas, Séneca, Tiberio, Hidraotes hoy Irawati, los filósofos gimnosofistas o brahmanes, Aristóxeno, Sabas, Calano o Esfines, Dandamis, Sócrates, Pitágoras, Escilustis, Psiltucis, Gedrosia o el Beluchistán, Carmania, Baco, Nearco, ciudad de Tápsaco, Epiro, Abulites, Oco, Pulámaco, César, Prómaco, Estatira, los argiráspidas, Perinto, Ecbátana de Media, Heródoto, los coseos, los caldeos, Estasícrates, el monte Atos de Tracia, Apolodoro, Dionisio de Mesene, Serapis, Iolas, Casandro, el mes desio que es junio, el mes boedromión que es setiembre, el mes hecatembón que podría ser diciembre, Pitón, Hagnótemis, Antígono, la región de Nonácrida, Perdicas, Arrideo y Filina.
martes, 21 de febrero de 2012
Interrupciones (IV)
Sin duda este espacio se ha vuelto pura interrupción, pura irrupción, quiebre, salto, desfasaje, fragmento. Por esas cosas de la memoria me vengo a acordar que esa era una idea perdida que de alguna manera tenía que entroncarse con la publicación de los textos, de mis textos. Yo tampoco quiero tener sangre de estatua, como bien dijo Girondo, pero alguna vez tuve la ocurrencia de dejar textos míos en canastos de bicicletas, cabinas de teléfono, entrada de correo de las puertas de las casas del barrio. Trabajo de veras vertiginoso para un poeta, quien en su vida, por lo general apartada de los riesgos de estar vivo, de estar por las calles respirando el aire viciado de los colectivos humeantes de la calle San Martín, ha salido a realizar el duro y hasta penoso trabajo de promocionar sus textos, a pesar de no firmar ni uno de ellos. Mi idea de adrenalina es verdaderamente muy pobre, pero ésta surtía de a chorros a mi cerebro por la posibilidad de ser encontrado in fragantti por algún azorado ciclista que me viera dejar un papelito doblado en su canasto, oh, violando la propiedad privada, oh, violando poéticamente la propiedad privada ante el señor que ve invadida su casilla de correos con un poema al mar o a la nostalgia de estar vivo y ver como el tiempo se va a la mismísima mierda sin mayores explicaciones.
Será por
ese temor al ser descubierto que dejé el trabajo de "editor" para
otras personas, que sin duda tendrán una vida de película.